Según Asunción Rodríguez Sacristán, psiquiatra infantil y forense, miembro de la Sociedad Italiana de Psiquiatría y de la Sociedad Española de Psiquiatría Legal, «el problema no son las nuevas tecnologías, sino la falta de control y su mal uso.» Afirma que la excesiva dependencia de las nuevas tecnologías genera en los menores problemas psicológicos, «un nuevo tipo de adicción porque si no están conectados sufren angustia, frustración, disminución de la autoestima…» Los síntomas que avisarían de este problema serían que «están irritables y a la defensiva, tienen transtornos del sueño, no se comportan armónicamente, van con personas desconocidas, cambian la rutina, disminuyen su apetito…»
La psiquiatra asegura que cada vez llegan más casos de este tipo a su consulta, «sobre todo desde hace tres o cuatro años. Estamos tratando a chicos de 13 y 14 años con una dependencia absoluta de las nuevas tecnologías. Hay niños y jóvenes que duermen pegados a la Blackberry y antes de decir buenos días ya están conectados; otros se levantan a las tres de la mañana y se ponen a chatear.» Para evitarlo da una recomendación básica a los padres: poner límites al uso de la tecnología.
Fuente: ABC